Las cosas no pintan del todo bien para los Dallas Cowboys, uno de los favoritos para llevarse el Super Bowl en esta temporada.
Luego de la derrota en tiempo extra ante los Arizona Cardinals, el Valley Ranch empezó a temblar, y más aun con la lesión del quarterback Tony Romo y la suspensión indefinida del cornerback Pacman Jones.
Otra de las grandes figuras de los Cowboys, el running back Felix Jones, terminó el juego con un tirón en la pierna derecha, aunque se espera que juegue ante los Buccaneers de Tampa Bay este domingo.
“Hay que tomar decisiones para mejorar la situación del equipo y en eso estamos”, dijo el dueño del equipo, Jerry Jones, en la página web de los Cowboys.
Buscando opciones para mejorar el rendimiento ofensivo, Jones contrató los servicios del receiver Roy Williams, ex Detroit Lions.
Ahora Williams, de 26 años, jugará con Terrell Owens y Patrick Crayton, receptores estelares del equipo.
En la posición de quarterback entrará Brad Johnson, un veterano pasador de 40 años.
Su último partido fue en 2006 cuando todavía jugaba con los Minnesota Vikings.
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