Tras esperar más de tres horas en algunos casos, y hasta cinco en otros, Mario Carrillo apareció en la sala de prensa del estadio Cuauhtémoc, para hablar como nuevo estratega del Puebla.
Hay poco tiempo para preparar el siguiente partido, que será el domingo contra Tigres, por eso, argumentó Carrillo Zamudio, se metió de inmediato al trabajo de ahí que se haya tardado en atender a los medios de comunicación que le esperaron afuera del estadio Cuauhtémoc.
Sin querer comprometerse a la cosecha de un número determinado de puntos, el ahora timonel poblano por cuarta vez, apuntó que buscará sumar la mayor cantidad de puntos posibles y continuar el trabajo dejado por José Luis Sánchez Solá, a quien se le debe tener futbol profesional en Puebla. "Vengo a continuar lo que él (Chelís) no terminó, no sé cuántos puntos haga".
Ante muchos medios de comunicación reunidos, dijo que luego de dirigir a Tigres, su último equipo en 2006, se dedicó a trabajar en televisión y a escribir su segundo libro que saldrá en enero, además de impartir conferencias sobre futbol en varias ciudades del país. "Acercamientos de equipos hubo, claro que hubo y no se concretaron, pero la más importante es ésta que llegó".
Reveló que su compromiso con la Franja es por dos años, los cuales espera llevar a feliz término. "Prometo mi trabajo, mi honestidad y mi integridad para dirigir a los muchachos, así como ayudarles en todo lo que sea posible".
Del duelo en puerta contra Manuel Lapuente, recalcó que no significa nada en especial aunque jamás dejará de reconocer a quien fue su maestro, y de sentir cariño por Tigres, que había sido su último equipo en la Primera División.
DESAIRADA PRESENTACIÓN
Se esperaba que estuvieran los tres principales directivos del Puebla en la presentación del nuevo técnico. No fue así, y sólo acudió a la conferencia de prensa Gustavo Moscoso, director deportivo.
El accionista Jesús López Chargoy, quien estuvo acompañado de Álvaro Flores Cid de León, vicepresidente administrativo, informó que la directiva optó por la contratación de Mario Carrillo al reunir el perfil idóneo.
Dijo que la plática con el timonel fue rápida, si acaso tres o cuatro minutos, ya que aceptó las condiciones económicas y la propuesta que se le presentó. "Nos hizo ver que está contento y esperamos lograr los resultados esperados".
López Chargoy confirmó que el contrato con Carrillo Zamudio es por dos años, y lo que queda es trabajar, trabajar y trabajar para salir de esta situación.
EN LAS DOS HORAS DE ESPERA
Los reporteros se echaron una "cascarita"
A LAS 11 de la mañana en punto, Mario Carrillo y sus colaboradores llegaron al estadio Cuauhtémoc.
Aunque muchos reporteros, más de los acostumbrados, esperaban sobre la puerta principal, el nuevo director técnico a bordo de un automóvil BMW azul manejado por Gilberto Jiménez, ingresó por una rampa que conduce directamente al túnel.
Carrillo Zamudio venía en la parte de atrás del vehículo al lado del preparador físico; adelante, como copiloto, su amigo de toda la vida, Ernesto de la Rosa, quien defendió los colores del Puebla y de Ángeles, y quien como estratega de la Franja Tehuacán, se coronó campeón de Segunda División, en esa camada de donde surgió el mismo Gilberto Jiménez, Paulo Serafín, Joaquín Velázquez y Adrián Sánchez.
Ningún contacto, de inicio, con los reporteros. En algo que se puso de moda las tres veces anteriores que estuvo al frente del equipo.
Veinte minutos después, la encargada de prensa del club, Karla Cabañas, se acercó a los reporteros para informarles que a la una de la tarde se haría la presentación de Mario Carrillo como nuevo timonel poblano.
Cerca de dos horas de espera, las cuales fueron aprovechadas por los comunicadores para "echarse una cascarita" en el estacionamiento del inmueble asentado en la colonia Maravillas; algunos otros optaron por devorar los tacos de canasta que un joven ofrecía; los menos se fueron a realizar sus actividades y retornar a la hora pactada.
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