CHICAGO, Illinois (Sport Press).— Cuauhtémoc Blanco cambió su estilo de vida desde que llegó al Chicago Fire en la MLS, pero no olvida que sus compañeros fueron quienes lo marginaron del Mundial 2006.
Los pleitos con los periodistas. Las críticas descaradas de algunas televisoras que hoy lo alaban. Los chismes en los programas de la farándula han quedado atrás, al menos en los Estados Unidos y la comunidad latina.
Hoy en día disfruta la vida. No se siente presionado por nadie. Extraña a sus hijos, a su madre y a la afición del América; reconoce que es la última etapa de su carrera futbolística, y por ello se entrega en la cancha. El mexicano está convertido en el jugador que más playeras vende en la MLS, el que más autógrafos firma y el más asediado en cualquier escenario que pisa.
"Estoy muy satisfecho, estoy contento, fue fácil adaptarse, creí que sería más difícil, pero gracias a Dios las cosas se han dado muy bien, la gente me quiere, se reconoce mi trabajo y yo disfruto el fútbol, que es algo muy importante.
"Atrás quedaron muchas cosas, hoy estoy enfocado a disfrutar cada momento, estoy preparado para muchas cosas", dice el nacido en Tepito, mientras camina cerca del Lago Michigan.
Al cuestionarlo sobre las posibilidades de volver a la selección mexicana el ex americanista comentó que sí le interesa mostrarse con su país en el final de su carrera y sabe que en otros países, los ídolos, los símbolos, suelen ser respetados en el final por su capacidad.
"Yo estoy dispuesto a volver, siempre y cuando el técnico me convoque, no voy a candidatearme, pero si me necesitan, ahí voy a estar", comentó.
No dejó de recordar las polémicas en las que se vio envuelto durante la era de Ricardo Antonio La Volpe. Al solicitar un permiso para no ser convocado fue satanizado por la prensa y por sus compañeros, y fue marginado del Mundial de Alemania 2006.
"A mi todos me criticaron por un permiso que pedí, dijeron que no quise estar en la Selección y mis propios compañeros pidieron que no fuera convocado; en el futbol hay mucha envidia, yo por eso ahora estoy muy contento, pero la vida da muchas vueltas y quizás a esa gente que pidió que yo no estuviera en la Selección, le pueda suceder los mismo.
“Los que critican a Eriksson muestran que no quieren crecer, porque la capacidad del entrenador internacional nadie la puede poner en duda”, dijo Cuauhtémoc Blanco.
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