jueves, 24 de julio de 2008

Entrevista al Pocho Insua

A Federico Insúa se le habían ido las ganas de festejar el cumpleaños N° 28. Ese día, el 3 de enero de 2008, en un partido de la Interliga ante Morelia, le crujió la rodilla izquierda. El diagnóstico llegó enseguida: rotura del ligamento anterior, lesión que lo alejó de las canchas durante el primer semestre. "Me lesioné solo. Giré y cuando quise arrancar sentí un ruido; enseguida me di cuenta de que era algo importante", recuerda el Pocho Insúa desde México en conversación telefónica con LA NACION. El mal trance quedó atrás para el volante de América, según lo que se desprende del optimismo y entusiasmo de sus palabras. Con la conducción técnica de Ramón Díaz, espera ansioso el comienzo del torneo Apertura de México, este fin de semana.

-¿Cómo fue la recuperación y la vuelta al fútbol?

-Al principio fue duro, pero lo sobrellevé bien con el apoyo de la familia y los amigos. Nunca había tenido una lesión grave en diez años de profesional. Llevaba mucho tiempo jugando sin parar y a veces el cuerpo pide un descanso que no había tenido en el semestre anterior. Todo pasó bastante rápido porque la rehabilitación fue muy buena, con tres meses en Buenos Aires y tres en México. Hice la pretemporada a la par de mis compañeros, jugué tres amistosos. Estoy listo para empezar el campeonato.

-¿Cuánto falta para que alcances tu nivel?

-Todavía me falta, pero no se nota. En ese sentido estoy muy contento. La pretemporada fue muy fuerte, no paré ni un día, me sentí bien. Futbolísticamente estoy yendo de menos a más. De a poco voy tomando confianza. Me falta fútbol, fútbol y fútbol.

-¿Qué significa para tu carrera este paso por México?

-Yo había firmado por cuatro años con Borussia Moenchengladbach, pero cuando descendimos se acercó América y acepté la propuesta porque era "el" equipo, el más importante de México.

-Acostumbrado a pelear por títulos con Boca e Independiente, ¿cómo fue la experiencia del descenso en Alemania?

-Sabía que no iba a un equipo de punta y que debía adaptarme a un medio diferente, pero tampoco me imaginaba el descenso. Lo bueno fue que tuve continuidad, jugué todos los partidos. Fue algo muy raro porque en el equipo no había dos alemanes entre los titulares. No acertaron con los refuerzos a mitad de temporada y el equipo se vino en picada. Una vez que empezamos a perder, no lo pudimos revertir más.

-Málaga tampoco fue un capítulo muy destacado en tu carrera. ¿La etapa europea te deja una deuda?

-Nunca tuve el nivel que mostré en la Argentina. No fue lo que yo esperaba, pero también es cierto que fui a equipos que no peleaban por cosas importantes. No me olvido de que estuve en Argentinos y pasé por la experiencia de luchar para escapar de la Promoción. En Málaga me estaba yendo bastante bien, pero el club estaba muy mal económicamente y no pudieron comprar mi pase. Y no tener el pasaporte comunitario también era una traba. Me quedó una cierta sensación de deuda con el fútbol europeo.

-¿Te gustaría tener otra oportunidad?

-Nunca se sabe lo que puede pasar. En América estoy bárbaro, con un contrato por cuatro años que me gustaría cumplir. Me siento muy cómodo, me hacen sentir un jugador importante, me permitió llegar a la selección. Vamos a los mejores lugares, la gente acompaña de manera impresionante. Vamos a los Estados Unidos y 40.000 personas te llenan el estadio.

-¿Cómo fueron estas primeras semanas con Ramón Díaz?

-Muy bien, Ramón la tiene muy clara. El y los profes sabían que venía de una lesión importante y me fueron llevando bien. Me dijo que me quedara tranquilo porque conocen lo que futbolísticamente puedo dar. Es algo que valoro mucho después de estar seis meses sin jugar. El trato con Ramón y todo el cuerpo técnico es muy bueno.

-¿Te sorprendió en algo? ¿Qué función te pide que cumplas?

-Le gusta cómo estoy yendo por izquierda. Me pide que tenga la pelota y haga jugar al equipo. Tengo libertad dentro de un esquema 4-4-2 un poco mentiroso porque el doble pivote termina cubriendo mi lugar por la izquierda cuando paso al ataque. Creo que el equipo va a andar muy bien, está muy enchufado. Ramón le está dando otra mentalidad distinta a la del año pasado.

-La contratación de Ramón Díaz debe haber sido la que causó más repercusión en México.

-Mediáticamente fue impresionante. Está yendo un montón de gente a los entrenamientos. En la gira de 15 días por los Estados Unidos se llenaban los estadios como si nada. Son cosas que el año pasado no ocurrían. Ramón es un tipo importante y muy piola para declarar.

-Ramón llegó después de una conflictiva desvinculación de San Lorenzo. ¿Siguieron las repercusiones en México? ¿Tenés miedo de que se repita un caso igual?

-Acá lo están tratando con mucho respeto. La interna que hubo en San Lorenzo es algo muy personal de él. Acá se habla más de todos los títulos que consiguió con River y San Lorenzo. En el plantel cayó muy bien.

-América es el equipo más importante de México y viene de ser último. ¿Sienten la presión de mejorar la imagen?

-Estoy acostumbrado a la presión de los clubes grandes. A mí me hace sentir importante. América es como Boca y River, siempre tiene que pelear arriba.

-Hasta que te lesionaste formabas parte del seleccionado. ¿Creés que te va a costar volver?

-Es una cuestión de tiempo. Ojalá pueda volver lo más rápido posible y en el mejor nivel. Estoy seguro de que va a ser así, lo voy a lograr. Me gustaría estar en la próxima convocatoria, pero primero debo pensar en rendir bien en el campeonato mexicano.


http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1033008

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